Porqué el "Diviértete" no siempre se cumple en el deporte.
No basta decir “diviértete” para que un atleta disfrute su evento; es necesario trabajar “todo un ciclo” reforzando positivamente varios aspectos que deben priorizarse al resultado; si, así de simple, antes que un resultado, aspectos como el esfuerzo, la actitud y los intentos por encima de cualquier otra cosa son los puntos a cuidar diariamente; no solo en cada competencia o en el evento más importante, el disfrutar, es algo que se debe ir sembrando; es alentar la actividad que asegure el mejor desempeño, pero si después de cada error existe un castigo, ante un día malo solo predomina el regaño, la poca capacidad de un entrenador para generar empatía en los momentos que el atleta anímicamente no está bien, no estaremos siendo coherentes y entonces caeremos en el error de el día de la competencia o partido decirle, "solo diviértete", como lo hará, si en el temporada de entrenamiento no me preocupé por ello, ojalá los seres humanos obedeciéramos así de fácil, el entrenador como los padres deben generar el entorno correcto, ante un error, ante un día en el que todo sale mal, a ser indiferente ante una mala actitud; ¿qué más da?, de verdad, el interesado es y debe ser el atleta, no el entrenador, el preocupado deber ser el atleta, solo él, el apostar como entrenador con una conducta fuerte, inquebrantable y autoritaria en los momentos difíciles no ayudará cuando le digas "solo diviértete"; esa imagen de entrenador duro dejó de existir hace mucho tiempo en el colectivo social, entiendo que el ego como entrenador es dar resultados, pero seamos honesto, los resultados llegarán a veces sin explicación, en otras ocasiones por más que hayas entrenado a la perfección no se darán, es más, en ocasiones el resultado se da sin ni siquiera esperarlo o haberlo entrenado, el resultado se da por una combinación de factores en donde muchos ni si quiera están bajo tu control, la razón, muy sencilla, ¿cómo podrá divertirse un atleta si la pasó mal la mayor parte del tiempo?, si en el recuerdo inconsciente del atleta esta la mano dura de una entrenador o un padre que generó todo lo contrario durante un ciclo. Si bien quieres que realmente se divierta, empecemos porque se divierta todo el año, bueno si realmente quieres que se divierta en la competencia. El diálogo que un atleta genera siempre antes de la competencia es el miedo a equivocarse, a cometer un error, a fallar, a no cumplir la expectativa de los padres o el entrenador, es lo que lo llena de ansiedad, angustia y estrés, claro, pues es lo que se prioriza todo el año, si no sale, no estás funcionando, si no sale, no eres bueno, si no sale, no tienes temple, si no sale no ganarás; de verdad, por más técnicas de autocontrol, de respiración, de control de pensamientos que se hayan entrenado, si divertirse no estuvo por encima de los malos resultados, poco funcionará.
No nos engañemos, el mostrar como entrenador la mejor cara en una competencia o partido porque estamos ante los ojos de los demás no es suficiente, pero si es correcto, ahora solo realízalo todo el resto del año.
El no empezar a trabajar enfatizando la diversión, solo llevará a una cosa, estar feliz si y solo si obtiene un resultado, te quiero decir que entonces las pasarán muy muy mal, la vida del deportista esta llena de derrotas y tropezones para alcanzar en ocasiones, un solo éxito significativo, más vale cuidar al activo más preciado que tenemos, el atleta, y la única forma de alcanzar algo es teniéndolo, preocúpate cuando un atleta de te vaya, la fortaleza mental implica estar viviendo de manera natural las complicaciones que el deporte y la misma vida te presenta, con eso es suficiente, no sumemos la presión de un entrenador, la de los padres, o un resultado, eso se debe erradicar.
No confundir, diversión con poca seriedad, no tiene nada que ver.
#EnTuLímite!!!
Psicología Deportiva
